martes, 18 de septiembre de 2007

Las bitácoras en la empresa (III): Inconvenientes

Como pasa con todo, ninguna solución es perfecta ni infalible, y las bitácoras tampoco; a pesar de las ventajas, también tienen puntos débiles. Los más importantes son los siguientes:

Facilidad para desfasarse. La rapidez a la hora de actualizar es, a la vez, una ventaja y un inconveniente. Una web convencional puede tenerse "abandonada", pero no dar imagen de falta de actualización. Si, durante un par de años, los servicios prestados por una empresa no experimentan cambios, la página puede estar todo ese tiempo sin tocar y mostrará información actual. En cambio, una bitácora que no agregue ninguna entrada en un par de semanas ya queda catalogada como de muy baja actividad o, incluso, abandonada. Para ilustrar esta debilidad, podríamos establecer un símil: a la hora de mostrar información de una empresa, una web corporativa sería un libro que describa todos sus servicios. En cambio, una bitácora sería un periódico o un boletín. Un buen libro no envejece, un diario o un semanario pierde su significado al cabo del tiempo.

Necesidad de regularidad. Dentro de ciertos límites, es aceptable cualquier ritmo de actualización, pero es esencial que este sea constante. Una empresa puede decidir que su bitácora tenga una entrada nueva al día, o bien una por semana o por quincena, pero es fundamental mantener este ritmo. Debido a la alta fidelidad de los visitantes, es importante que sepan que podrán entrar, por ejemplo, cada fin de semana y encontrarse un nuevo artículo de interés en su bitácora favorita. Perder la regularidad implica desconcertar a los usuarios. Volviendo al símil con la publicación en papel, cualquier diario o revista debe editar sus números con regularidad, porque es lo que sus lectores están esperando. Esta necesidad de regularidad es un problema si la forma de trabajar de la empresa tiene muchos vaivenes, esto es, si se queda temporadas sin nada que decir y, luego, en poco tiempo, publica muchas entradas. Hacer esto significa desaprovechar el trabajo, ya que el impacto de esas actualizaciones, servidas regularmente, sería mucho mayor. E implica la necesidad de planificar y crear contenidos, de forma que se eviten estos problemas. Ninguno de estos asuntos tiene importancia en el caso de una web corporativa, que se diseña y se llena de contenidos cuando se crea.

Limitaciones técnicas. Una bitácora permite hacer muchas cosas, pero orientadas, esencialmente, a mostrar información y a obtener respuestas rápidas y anónimas. Cualquier uso que se salga de las capacidades de un "weblog" deberá llevarse a cabo en una web corporativa. Por ejemplo, es imposible crear un catálogo virtual en condiciones en una bitácora, ya que no podrá programarse ningún sistema para acceder a bases de datos de productos. Aparte, ningún lector habitual de bitácoras se esperará acceder a una para buscar las características de productos en venta; si le gusta la bitácora de una empresa, hasta el punto de querer comprar, buscará el vínculo a la página corporativa, desde la cual esperará encontrar el catálogo, o información de contacto fiable. Algo parecido sucede con el comercio electrónico. No es práctico usar una bitácora para realizar comercio electrónico: carece de la funcionalidad necesaria, y nadie se espera algo así. En cambio, una web corporativa permite mostrar cualquier tipo de aplicación web o servicio avanzado: área de ventas con "carrito de la compra", catálogos, "demos" de productos, presentaciones, etc...

Los "trolls" y el "spam". Nuevamente, la facilidad de los usuarios para comentar las noticias se convierte en un punto débil. Desde los inicios de la Red, han existido los Trolls de Internet, que son usuarios dedicados, en esencia, a fastidiar. Incluyen comentarios despectivos, critican a otros usuarios que comentan correctamente para iniciar una discusión, etc... En el fondo, suelen ser más una molestia que otra cosa, no son demasiado comunes en las bitácoras y es posible atajarlos rápidamente sin más que moderar los comentarios. El problema está en el tiempo que hay que dedicarle a moderar. Por otro lado, existen "robots" y usuarios que emplean las bitácoras para hacerse publicidad. Esto es fácil de atajar, pero, nuevamente, consume tiempo.

En resumen, los inconvenientes de las bitácoras son la necesidades de que alguien en la empresa le dedique tiempo y las limitaciones técnicas. Para el próximo artículo, hablaré de algunos usos que las empresas pueden hacer de las bitácoras.

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